De pequeña recuerdo que mi madre me contaba increíbles historias de alfombras voladoras, de lámparas mágicas, de princesas, de ciudades de cúpulas majestuosas, de genios… me apasionaba. Quizás sea por eso que me empecé a interesar por todo aquello que venía de oriente y la cultura Persa… y es que seamos realistas, nadie cuenta las historias mejor que Shahrazad.
El hilo conductor de los cuentos narra la historia del sultán Shahriar que traicionado por su esposa decide matarla. Pensado que todas las mujeres son malas e infieles, toma la decisión de desposar todas las noches a una virgen para matarlas al amanecer y de esa forma prevenir que puedan engañarle. Son muchas las nobles que mueren por la venganza del Sultán, hasta que surge la figura de la preciosa Shahrazad. Hija del visir del Sultán y dispuesta a hacer algo para salvar su vida urde un gran plan: se entrega voluntariamente al sultán y por la noche, con la excusa de despedirse de su querida hermana Dunyazad comienza a contar un cuento. Tanto entusiasma el relato al Sultán que decide perdonarle la vida esa noche para que pueda continuar con sus relato al día siguiente, y al siguiente y al siguiente…. así hasta que se completan “mil y una noches”.
Shahrazad desengrana en las las mil y una noches toda una recopilación de cuentos provenientes de la tradición Persa, Árabe e India.
¿Quién no ha oído hablar de Aladino y su lampara maravillosa, o de Simbad el marino o de Alí Babá y los cuarenta ladrones? ¿Quién no ha dicho alguna vez aquello de “ábrete sésamo”?
Dijo el rey Shahriar a su esposa Shahrazad:
“¡Qué deliciosa, dulce y agradable es tu conversación!. Me complacería oír alguna historia maravillosa y original, capaz de despejar mi mente de las preocupaciones de la jornada”.
Y dijo Shahrazad:
“Te complaceré encantada, ¡oh mi señor!. ¿Has oído la Historia de la Ciudad de Cobre?. Se trata de uno de los relatos más placenteros, lleno de maravillas, de genios y de diablillos. Ningún ser humano lo escuchó antes que tú. Me interesé por él, ¡oh mi rey!, en mis laboriosas y múltiples lecturas grabadas en la tablilla del tiempo”.
El rey Shahriar, sintiéndose vivamente interesado dijo:
“¡Por Dios, ornato de los reinos, cuéntamelo!”.
Y dijo Shahrazad:
“Ten paciencia, mi querido amo, la próxima noche te contaré esta historia extraordinaria”.
De este libro hay tres versiones bien diferenciadas: la de Galland, la primera en ver la luz en lengua francesa en el siglo XVII, y que se considera la primera edición «rigurosa» del texto; la de Boulaq, una de las primeras en lengua árabe, considerada como una de las más fidedignas, pero que incurrió en numerosos recortes debido a una interpretación austera y rigurosa de la ley islámica y al dogmatismo religioso; y, por último, la de Mardrus, también en francés y de principios del siglo XX, dominada por el orientalismo sensualista del periodo decadente y que se esforzó por recrear una versión licenciosa y ridícula del Islam…
Pero si lo que queréis es leer, solo tenéis que pasaros por cualquier librería y podréis elegir entre cientos de editoriales, encuadernaciones, traducciones…
¿No sería un buen regalo para alguien estas fiestas?
5 comentarios:
Lo voy a pedir a los Reyes Mar! jejeje! Me ha encantado esta entrada sobre "Las mil y una noches", por algo se llama así mi blog... :)
Un besito guapa!
Fué uno de mis libros favoritos en los primeros años de mi adolescencia y siempre lo recuerdo, y lo guardo, como algo maravilloso. Sin duda lo recomiendo a tod@ el o la que no no haya leído.
Bueno, pues otro p'a la lista...
Es un libro que toda persona culta debería haber leído. Numerosos escritores se iniciaron con él en la literatura (me vienen a la cabeza Lord Byron y H.P. Lovecraft).
¡Ah! Mi traducción favorita es la de Sir Richard Francis Burton :D
saludos, y buen blog, por cierto
Excelente, muy rica y amena...
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