domingo, 2 de noviembre de 2008

Zenobia: la Cleopatra de Siria.



Nacida y criada en la ciudad de Palmira (Siria. 240- 274) hija de un militar de ciudadanía romana con antepasados nobles y problamemente de una mujer Egipcia, esto último parece confirmarlo el interés de Zenobia por ese país y el hecho de que hablara la lengua egipcia.

Se proclama descendiente de Dido (reina de los Cartagineses) y de la reina ptolomea Cleopatra VII de Egipto. Según la Historia Augusta, llegó incluso a enviar una carta a los ciudadanos de Alejandría en la que se refería a su “ancestral ciudad…”

En realidad, Zenobia era descendiente de la princesa ptolomea Drusila de Mauritania cuya abuela paterna Cleopatra Selene II era asímismo hija de la reina Cleopatra VII de Egipto. En fin, todo un entroncado de uniones y genealogía tremendamente complicada…

De ella se dice que era tremendamente guapa y muy culta: hablaba griego, arameo, egipcio y látín y leía los clásicos griegos como a Homero o Platón.

Casada como segunda esposa de Odenato (principe vasallo del imperio romano), tiene con él a su hijo Vabalato, el segundo heredero al trono puesto que la primera esposa de Odenato también le ha dado un hijo varon. Sin embargo la historia dá un giro inesperado cuando Odenato y su primer heredero son asesinados por una intriga palaciega y Zenobia con su hijo de apenas 1 año se hace con las riendas del poder.

Zenobia se autonombra con el título de “Augusta” aprovechando las disputas internas del imperio romano, por aquel entonces sumergido en varios frentes en sus territorios de la Galia, e intenta crear un imperio propio con Palmira como capital, alegando al imperio romano que la conquista de nuevos territorios es un intento de frenar a los Sasánidas (reyes Persas) en la frontera del imperio oriental romano. Pero la ambición de Zenobia era otra…

Las campañas militares emprendidas por Zenobia le hacen conquistar una gran parte de Asia menor: Bitinia, Ankara, Palestina, Jordania (Petra- se proclama reina de los Nabatéos) y Líbano caen bajo su dominio y llega incluso a entrar en Egipto. Esto trae como consecuencia principal el dominio de este nuevo imperio nabateo de las rutas comerciales de iban de oriente hacia el occidente… ¿Os suena la ruta de la seda?

Viendo el peligro que suponían las conquistas de Zenobia para el imperio romano, Aureliano realiza una campaña militar hacia Siria para derrotar a la reina. Las fuerzas de Aureliano y Zenobia se enfrentan cerca de la ciudad de Antioquía, donde la reina es derrotada y huye a Emesa tras pedirle ayuda a los Sasánidas. Al continuar sitiada en Emesa durante varios días, Zenobia decide ir en busca del rey Sasánida en persona. Con camellos y una pequeña escolta cruza las líenas enemigas pero las tropas de Aureliano le persiguen hasta el Eufrates y logran hacerle prisionera junto a su hijo.

Los habitantes de Palmira sitiados por el ejerecito romano, son perdonados por Aurelino, sin embargo se sublevan de nuevo y la ciudad queda arrasada por las tropas. Lo que un día fue una de las más bellas ciudades de la antigüedad quedo totalmente en ruinas.


A partir de aquí existen dos leyendas acerca de la vida de la reina:

- Se dice que Aureliano se la lleva a Roma como prisionera. Una vez allí la muestra en un desfile militar a todos los súbditos romanos llevando las manos encadenadas con oro. Sin embargo su belleza y su actitud de orgullo pese a los acontecimientos hacen que Aurelio la libere y continuará su vida como una ciudadana romana más… se dice que se casó con un senador romano y tuvo varias hijas.

- La reina se suicida durante su cautiverio en Roma (esta hipótesis parece desvanecerse ya que se han encontrado pruebas de su posterior descendencia)

Los Sirios le tienen un gran aprecio a esta reina que en su día se enfrentó a todo un imperio romano. Conocida por ser una mujer fuerte cuando se necesitaba y clemente cuando la causa así lo demandaba, prefería ser amazona y llevar su propio caballo y no ser llevada en palanquín como su rango demandaba, muy tolerante con todas las religiones (ella misma era seguidora del culto al sol), le gustaban los placeres mundanos y se dice que se emborrachaba junto a sus generales y bebía vino con los persas y armenios como forma de hacer “amistades”. Esto es ser una buena embajadora…

Así mismo se cuenta que para conservar su belleza se construyó un hamman en su palacio de Palmira con una piscina donde se bañaba con diferentes aceites y leche de burra. Sí, sí. No me confundido de reina, se dice que copió este uso a Cleopatra a la que ella admiraba tanto. Si algún día vais a Palmira podréis admirar los restos de este hamman…

He de decir que yo personalmente siento una profunda admiración por esta desconocida “rebelde” que en su día se enfrentó a Goliat y que pese a no lograr ese final feliz, ha conseguido que la ciudad de Palmira sea conocída en el mundo entero.

3 comentarios:

Lili dijo...

Lo que se aprende contigo chikilla!!!

Besineeees

Anónimo dijo...

La historia de la reina Zenobia es maravillosa- No entiendo como aún algún productor de Hollywood no ha visto para un film de taquilla. Reúne historia, misterios fuerza, honor etc

pablo dijo...

en el museo de la catedral de segovia hay una sala con una docena de inmensos y preciosos taoices donde se narra la historia de zenovia de siria, la señora que vigila la sala te contara encantada la historia que narra cada escena del tapiz.